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El retorno venoso se dificulta en la medida en que avanza la gestación, ocasionando sensación de pesadez, aparición de edema y de las temidas várices.

Las varices se pueden presentar entre un 28-40% de todas las embarazadas y se agravan con las futuras gestaciones.

El 70-80% de las pacientes que desarrollan várices durante la gestación, comienzan a presentar síntomas durante el 1° trimestre, incluso en la 2°-3° semana de embarazo.

El riesgo de padecer insuficiencia venosa crónica es mayor en aquellos casos donde la mujer previo a quedar embarazada ya tenía várices y presenta factores predisponentes como la herencia, además del aumento de estrógenos y progesterona propios del embarazo; la presión que ejerce el útero sobre la vena cava inferior, zona abdominal y piernas.

Ten en cuenta las siguientes recomendaciones para mejorar la circulación durante el embarazo:

-Variar la postura, realizar actividad física como caminar facilitará el flujo sanguíneo.

-Evitar el aumento de peso desmedido durante el embarazo.

-Mantener una dieta equilibrada, rica en fibra, vegetales, frutas y adecuada ingesta de agua para mejorar el estreñimiento.

-Elevar las piernas para facilitar el retorno venoso.

-Dormir de preferencia del lado izquierdo para no ejercer presión sobre la vena cava.

-Utilizar medias de compresión desde el inicio del embarazo.

-Realizar masajes de drenaje linfático.

-Tomar duchas de agua fría.

-Mantener una dieta baja en sal.


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