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Cómo afecta el frío tu circulación venosa?

La baja temperatura puede ser beneficiosa para la circulación, ya que provoca vasoconstricción (estrechamiento de los vasos sanguíneos), lo que ayuda a que las válvulas venosas funcionen mejor, reduce el tamaño de las venas, disminuye la retención de líquidos y alivia otros síntomas.

Sin embargo, todo en exceso puede ser perjudicial. El frío muy intenso y prolongado puede afectar negativamente la circulación.

Durante el invierno, solemos movernos menos y podemos aumentar de peso, lo que también puede dificultar el buen funcionamiento del sistema circulatorio. Por eso, es importante mantenerte activa, comer alimentos ricos en fibra, frutas, y tomar abundante agua, aunque no sientas sed.

También puedes aprovechar esta temporada para usar medias de compresión. Estas brindan soporte, reducen la presión en las venas y mejoran el bienestar circulatorio general.

No olvides hidratar tu piel con loción o crema, ya que el aire frío y seco puede causar resequedad y picazón, especialmente en las piernas.

Si estás sentada por mucho tiempo, eleva los pies: eso ayuda a reducir la hinchazón y favorece la circulación sanguínea.

Si tienes várices o arañitas vasculares y has estado postergando el tratamiento, el invierno es el momento ideal para comenzarlo. Hay menos exposición solar (por lo tanto, menor riesgo de manchas en la piel), usamos ropa más suelta y los moretones que pueden aparecer después del tratamiento no se notaran. Además, el frío favorece la recuperación posterior al tratamiento.


Puedes comunicarte y agendar tu cita llamando al 092 171 515 o visitando la página web: www.pielsana.uy

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